SALIDA DOCENTES DESIERTO DE LA TATACOA

 

 

Entre el viernes 1° y el domingo 3 de agosto del año 2025, un grupo de docentes de la institución participó en una salida académica y de integración al Desierto de la Tatacoa. Esta actividad se organizó como un espacio de convivencia, reflexión y fortalecimiento del trabajo en equipo, brindando la oportunidad de compartir experiencias en un entorno natural privilegiado.

Durante la estadía, los docentes recorrieron los senderos áridos y formaciones geológicas que caracterizan la zona, explorando tanto el paisaje rojizo como el gris del desierto. Se llevaron a cabo caminatas, momentos de integración y actividades que propiciaron el diálogo y la construcción de lazos de confianza. Uno de los puntos más destacados de la salida fue la observación astronómica nocturna, en la que los participantes pudieron maravillarse con la claridad del cielo de la Tatacoa, considerado uno de los mejores lugares del país para la contemplación de estrellas y cuerpos celestes.

Más allá del aspecto recreativo, la salida se convirtió en un espacio de aprendizaje y fortalecimiento del espíritu docente, en el que se reafirmaron valores de solidaridad, respeto y compromiso colectivo. Este tipo de experiencias aportan al bienestar de los educadores y fortalecen el sentido de pertenencia, creando una base sólida para continuar con la labor educativa dentro de la institución.

Docentes participantes:

  • Laurentino Gómez
  • Nazly Rodríguez
  • Jaime Medellín
  • Pilar Acevedo
  • Andrey Pérez
  • Mónica Ramírez
  • Luis H Espinel

Propósito:

La salida al Desierto de la Tatacoa considerado un bosque seco tropical, ubicado en el departamento del Huila, se lleva a cabo con el fin de explorar e interactuar en un espacio natural de nuestro país que nos permita el reconocimiento de los ecosistemas, de la biodiversidad de fauna y flora, de la importancia de la conservación ambiental, el aprendizaje de la geología y la paleontología y a su vez tener la posibilidad de acercarnos a la astronomía aprovechando los recursos físicos, naturales y humanos que nos ofrece el lugar.

Esta salida contempla gran importancia para los docentes que asistimos dado que enriquece nuestro desarrollo académico y profesional, más aún en éste momento que nuestra institución educativa emprende orientar algunos procesos pedagógicos hacia la astronomía como enfoque formativo.

Objetivo general:

  • Articularse con el apoyo y acompañamiento que ofrece el Planetario Distritalpara acercar a los docentes al conocimiento de la astronomía mediante una salida pedagógica contextualizada que complemente los procesos pedagógicos con los estudiantes de la institución y promueva el aprendizaje experiencial.

Objetivos específicos:

  • Establecer un vínculo pedagógico con el Planetario Distrital como entidad aliada para el fortalecimiento de los procesos de enseñanza y aprendizaje en torno a la astronomía.
  • Fomentar el interés y la curiosidad de docentes y estudiantes por la astronomía, a través de experiencias significativas y participativas en un entorno especializado.
  • Integrar los recursos didácticos y el acompañamiento del Planetario Distrital en las estrategias pedagógicas orientadas a la enseñanza de conceptos astronómicos en pro de los procesos académicos y pedagógicos en la institución.

¿Por qué se eligió este destino?

Debido a su riqueza natural, científica y formativa, el Desierto de la Tatacoa ofrece múltiples oportunidades para el fortalecimiento de competencias docentes en áreas como ciencias naturales, geografía, ecología y astronomía.

Es uno de los ecosistemas más representativos del bosque seco tropical en Colombia. Este territorio es reconocido a nivel nacional e internacional como un centro privilegiado para la observación astronómica. Gracias a sus condiciones climáticas estables, baja contaminación lumínica y cielos despejados durante la mayor parte del año, el desierto permite una visibilidad óptima de cuerpos celestes, constelaciones y fenómenos astronómicos. Esta característica convierte a la Tatacoa en un lugar ideal para el desarrollo de actividades educativas en astronomía, favoreciendo la comprensión de conceptos científicos que, desde el aula, resultan muchas veces abstractos.

Finalmente, esta experiencia buscó propiciar un espacio de integración entre docentes, fomentar el trabajo interdisciplinario y generar propuestas pedagógicas innovadoras que puedan ser replicadas con los estudiantes de nuestra institución articulando los saberes científicos con el aprendizaje vivencial.

Itinerario de actividades:

Día 1. viernes 1° de agosto de 2025

Taller Carta Celeste y /o Reloj Solar ( a cargo de expertos del Planetario Distrital)

Salida al Observatorio Astronómico Astro Sur.

Reconocimiento de objetos Messier

Jornada de observación nocturna con telescopios

OBSERVACIÓN DE ASTRONOMÍA

Lectura de una carta celeste

Entre las actividades que se realizaron durante la salida al Observatorio, está la lectura de la carta celeste. La carta celeste es un mapa circular o rectangular que representa un mapa del cielo nocturno y permite ubicar las estrellas, constelaciones y planetas visibles.

Para leer una carta celeste, a nivel general se necesita orientarla correctamente según nuestra ubicación (hemisferio norte o sur y utilizarla en ese lado), luego identificar los puntos cardinales (Norte, Sur, Este, Oeste), orientar el mapa hacia esa dirección alineadas con la hora correspondiente y buscar las estrellas y constelaciones que se muestran en la carta en el cielo real. El borde de la carta representa el horizonte.

Ten en cuenta lo siguiente:

  • Estrellas:   Se representan con diferentes símbolos y brillos en la carta. Las líneas en la carta unen las estrellas para formar constelaciones:
  • Constelaciones: Las constelaciones son grupos de estrellas que forman figuras imaginarias. Hay 88 y casi todas se pueden apreciar en este punto de Colombia durante el año.
  • Cenit: El centro de la carta representa el cenit, el punto más alto del cielo sobre tu cabeza. Las estrellas más cercanas al centro están más altas en el cielo. 
  • Ajuste de la hora y la fecha: Utiliza el planisferio con los discos móviles de la carta celeste, girándola, para coincida con la fecha y la hora de la observación
  • Filtro rojo en la linterna: Ayuda a mejorar la visión nocturna mientras se usa la carta.
  • Visibilidad nocturna: Se precisa tener el cielo despejado para la observación.

A nivel pedagógico se puede utilizar estas apps para hacer la observación desde su móvil:

Stellarium Mobile: que permite identificar los objetos celestes en tiempo real.

Nasa: cuya aplicación además de contar con un simulador de estrellas y constelaciones, ofrece imágenes y videos relacionados con la exploración espacial. 

Para el proyecto STEM el 2026 con el ciclo IV, se puede trabajar con algunas de las ideas desde NASA PARA NIÑOS que van desde la construcción de sondas y cohetes con burbujas hasta la elaboración de mapas topográficos.

Día 2. sábado 2 de agosto de 2025

Caminata por el desierto y los sitios El Cuzco / Desierto Gris / Los Hoyos

Visita a Museo Historia Natural en el Centro poblado La Victoria, Municipio de Villavieja, departamento del Huila- Colombia

Propuesta de trabajo por equipos con la Carta Celeste.

Visita nocturna al Malecón de Villavieja

Desierto de la Tatacoa

Una mirada al pasado

Entre formaciones rocosas, cañones secos, figuras arcillosas, laberintos erosionados y cactus vertiginosos se extiende el llamado Desierto de la Tatacoa, en una extensión de   330km cerca al municipio de Villavieja en el Departamento del Huila.

El Desierto de la Tatacoa es realmente un bosque seco tropical que es cuna de diferentes especies animales como lo son arañas, roedores, cabras, lagartijas, escorpiones y especialmente de una serpiente antigua de color oscuro que habitaba la zona y de la cual se derivó su nombre “tatacoa”. Asimismo, sobre su horizonte y subsuelo se cierne una extensa flora compuesta por pitayas rojizas, cabecenegros y cactus cuyas raíces buscan adaptarse y nutrirse en estas difíciles condiciones climáticas que logran alcanzar hasta los 40 ° en el día.

Además de la belleza surrealista que parece sacada de un lienzo, la Tatacoa se ha convertido en un importante referente nacional a nivel paleontológico debido a los grandes hallazgos de más de 150 piezas de fósiles animales   entre mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces. Entre los más destacados están las tortugas gigantes (con más de 3.5 metros de longitud), marsupiales con dientes de sable (de hace 13 millones de años) y cocodrilos.

Todo estas especies y los vestigios de la madera fosilizada han dado indicios que realmente La Tatacoa fue una selva tropical cubierta de una espesa vegetación con ríos, lagos y hasta pantanos   durante el periodo Mioceno Medio. Sin embargo, debido a los cambios climáticos, su paisaje cambió drásticamente y se transformó en un ecosistema seco con tonos rojizos y grises que es el que conocemos en la actualidad. Muchas de estas piezas pueden ser observadas en el Museo de Historia Natural en el municipio de La Victoria.

A nivel pedagógico La Tatacoa es una experiencia fascinante para el estudio de la geología, la biología, la ecología y  la geografía que atrae a estudiantes, paleontólogos, astrónomos, fotógrafos y curiosos de la ciencia y la historia en general, donde se hace hincapié en la importancia de la conservación de este ambiente frágil único y su biodiversidad.

Día 3. Domingo 3 de agosto de 2025

Intervención del experto del Planetario Distrital. Profesor Jorge Guevara

Exposición de experiencias y aplicaciones pedagógicas a cargo de los equipos de docentes.

REFLEXIONES DE LA TATACOA

Más que un viaje, fue una aventura. El bus nos llevó al amanecer rumbo al desierto de la Tatacoa. Íbamos Laurentino, Pilar, Mónica, el profesor Medellín y yo, acompañados por los guías del Planetario Distrital. Dormimos casi todo el trayecto de ida, como si el camino hubiera querido arrebatarnos el tiempo, y despertamos en Villavieja, esa puerta de entrada al desierto donde los cactus apuntan al cielo como plegarias.

El desierto rojo y el desierto gris nos recibieron con su silencio erosionado. Visitamos el Museo Paleontológico y el Museo de Historia Natural de la Tatacoa, en la vereda La Victoria, municipio de Villavieja, un esfuerzo admirable nacido del trabajo de los hermanos Vanegas, quienes de niños recogían fósiles con cucharas y bolsas de arroz y hoy han levantado un legado de más de seis mil piezas del Mioceno medio, reconocido internacionalmente. Allí descansan perezosos gigantes, tortugas de cuatro metros y delfines de agua dulce ya extinguidos. En medio de esa aridez, la memoria de la selva antigua aún palpita.

Esa noche el cielo fue un océano negro sin orillas, y las estrellas, infinitos faroles de un universo sin fin. Esteban Acosta y Jorge Guevara, del Planetario Distrital, fueron nuestros mentores: Esteban, con su energía y capacidad de convocatoria; Jorge, con su manera amable de regalar conocimiento y lidiar con la difícil población de profesores distritales. Gracias a ellos, el taller del mapa estelar no fue sólo aprendizaje, sino un encuentro con la vastedad.

Hubo anécdotas que todavía resuenan: maestros que se fueron al agua en el malecón y salieron ilesos; la mujer del pueblo, deslenguada y vehemente, que persiguió al profesor Medellín con intenciones nada celestes, queriendo arrastrarlo a la maleza para darle —en sus propias palabras— una “lección de trompa”. Medellín escapó, aunque las risas lo acompañaron todo el viaje. Y yo, que confundí astronomía con astrología, provoqué el regaño más memorable del profesor Esteban, quien parecía revolcarse en el polvo de las constelaciones celestes ante semejante sacrilegio.

Confieso que fui obligado: Pilar y Mónica me dijeron que si no iba dejarían de hablarme. Fui por miedo a perderlas, pero no me arrepiento. Pude conversar con Laurentino como nunca antes. Comprendí que todos cargamos dolores, pero que hay que vivir la vida sin amarguras, con ternura y dignidad. Ese diálogo fue edificante, como las estrellas mismas.

El regreso fue otra historia. La entrada por Soacha convirtió a Bogotá en un espejismo inalcanzable. Muchas horas de tráfico, más extenuantes que el calor del desierto. Íbamos cansados, como si hubiéramos entregado el cuerpo entero al silencio del cielo. El bus, que en la ida fue arrullo, se volvió un barco golpeado por la madrugada.

Lo más importante: conocimos a muchos maestros apasionados por la ciencia de la astronomía, quienes nos contagiaron con su entusiasmo y nos recordaron que mirar el cielo es también una forma de mirar hacia adentro.

El desierto de la Tatacoa nos habló con fósiles, con estrellas y con la risa compartida. Y lo que parecía un paseo se convirtió en memoria y en destino. Estoy seguro de que volveré.

 “El desierto nos despide, pero sus estrellas ya caminan con nosotros”

Esto es lo poco que recuerdo porque se me quedó el celular y no pude tomar apuntes.

Muy agradecido con todos.

“El desierto nos abrió las puertas de un aula generosa y sin muros donde el aprendizaje fue nuestra mayor conquista”